240 gr. de harina.
410 ml de leche.
110 gr. de mantequilla.
60 gr. de azúcar.
3 huevos.
10 gr. de levadura en polvo.
1/2 cucharadita de sal.
PASO A PASO:
Ponemos los huevos en un cuenco y los batimos hasta que espumen.
Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que este integrado.
Agregamos el extracto de vainilla y la leche sin dejar de batir.
Agregamos la mantequilla previamente derretida.
Por otro lado tamizamos la sal, harina y levadura.
Mezclamos ambos pasos con ayuda de unas varillas manuales hasta que quede sin grumos (La mezcla queda líquida).
Cuando esté bien integrado, lo ponemos en el molde elegido.
Precalentamos el horno a 200ºC y lo horneamos a esta temperatura durante 10 minutos.
Si hemos utilizado el molde de Lékué, lo sacamos del horno y le damos la vuelta sobre la bandeja de nuestro horno, previamente protegida con papel vegetal o algún tapete de cocción.
Lo volvemos a introducir en nuestro horno durante 4-5 minutos (Este paso es para que dore, por lo tanto como cada horno es diferente, una vez doradito lo retiramos y lo dejamos enfriar.).
Solo nos queda decorarlo con toppings al gusto, en mi caso he utilizado chocolate, nata y fresa.
Y… ¡VOILÀ! Ya tenemos un pequeño pecado del que disfrutar tanto solos o en compañía.
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