INGREDIENTES:
Bizcocho de vainilla
150 g de azúcar
3 huevos
125 ml. de leche
125 ml. de aceite de girasol
1 cucharadita de extracto de vainilla
175 g de harina
1 1/2 cucharaditas de levadura química
Bizcocho de chocolate
150 g de azúcar
3 huevos
125 ml. de leche
125 ml. de aceite de girasol
175 g de harina
1 1/2 cucharaditas de levadura química
3 cucharadas de cacao mezcladas con los 125 ml. de leche
sal
Baño de chocolate
250 g de chocolate
25 g de manteca de cacao o mantequilla
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C.
Engrasamos el molde con mantequilla y harina.
Bizcocho de vainilla
En un bol amplio batimos los tres huevos con el azúcar hasta que blanqueen y dupliquen su tamaño, alrededor de 3 minutos.
Añadimos la leche y el aceite y batimos de nuevo.
Agregamos la harina, la levadura y la vainilla y mezclamos hasta que este completamente integrado y sin grumos. Reservamos.
Bizcocho de chocolate
Más o menos repetimos el proceso
Diluímos el chocolate en la leche y reservamos.
En otro bol batimos los tres huevos con el azúcar hasta que blanqueen y dupliquen su tamaño.
Añadimos la leche con el chocolate y el aceite y batimos de nuevo.
Agregamos la harina, la levadura y mezclamos hasta que este completamente integrado y sin grumos.
Montaje y horneado
Es súper complicado XD
Repartimos las masas en el molde alternándolas.
Nos aseguramos de que la masa entre en todas las hendiduras. Para ello, cogemos el molde y lo golpeamos suavemente un par de veces, sobre un trapo de cocina para proteger la encimera.
Horneamos durante 40-45 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo de horneado, colocamos el molde sobre una rejilla y lo dejamos enfriar 10 minutos ni más ni menos.
Pasado este tiempo, a simple vista podréis apreciar que el Bundt cake se ha despegado un poco de los laterales del molde, pero necesitas ayudarlo un poco más con un “meneito” muy suave. Mueve el molde de arriba a abajo, de adelante a atrás y de izquierda a derecha para asegurarte de que, después de tanto trabajo, no te dejas ningún trozo en el molde.
Colocamos la rejilla sobre el molde y le damos la vuelta con la ayuda de un paño para no quemarnos. Caerá sobre la rejilla sin apenas resistencia.
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